Breve Historia de la Posada del Abuelito
La propriedad donde se encuentra hoy en día la Posada del Abuelito fue adquirida por José Utrilla López, bisabuelo de José Rodrigo Alfonzo Velasco, quien es el dueño actual del lugar. Desde el fin de los años 40 y durante los años 50, la casa sirvió para hospedar a varios parientes de José que vinieron a visitar Chiapas. A pesar de su modestia y de su pocas infraestructuras, siempre fue el lugar de estancia favorito para la familia Alfonzo Utrilla, que hacía periódicamente el viaje de dos días desde la Ciudad de México para quedarse varias semanas en Chiapas. Desde que era muy joven, Armando J. Alfonso Utrilla, uno de los nietos de José, se enamoró de la casa y soñaba con ser dueño y restaurarla algún día. A principios de los 70, durante sus años de estudios en la École Nationale des Arts et Métiers en Francia, Armando ahorró dinero para comprar la propiedad de su abuelo y concibió la idea de construir un lugar para los viajeros queriendo descubrir las múltiples facetas de Chiapas. Fue influenciado e inspirado por las instalaciones de los hostales de Europa en esa época.
El sueño se hizo realidad cuando Armando regresó a México. Después de la compra y la restauración de esta casa colonial, la convirtió a finales de 1970 en una casa de huéspedes/hostal y la llamó «Posada del Abuelito» en honor a su abuelo. La posada fue el primer lugar del sur de México ofreciendo habitaciones, dormitorio, cocina y instalaciones para viajeros de todas nacionalidades, edades e intereses. En ese momento, Armando trabajaba para traer educación básica a las zonas más remotas del estado y apoyaba a los refugiados guatemaltecos y centroamericanos huyendo por conflictos en sus países. Además, su gran conocimiento de la cultura maya y su experiencia laboral y como voluntario le permitió a él y al personal de la posada ofrecer información turística, cultural e histórica, no disponibles en otros lugares. Esta singularidad se quedó hasta ahora. Viajeros y huéspedes disfrutaban de las comodidades además del ambiente muy agradable y seguro que sentían durante su estancia en la posada. Por el boca a boca solamente, la Posada del Abuelito se hizo popular y rápidamente comenzó a aparecer en varias guías de viaje (Por ejemplo, fue incluida en la primera edición del Lonely Planet, México en 1980).
Años después, un cambio significativo en la vida de Armando y de su familia provocó una repentina salida para los Estados Unidos. Se mudó al estado de Vermont con su hijo de tres años de edad, José Rodrigo. La Posada del Abuelito se convirtió poco a poco en un dulce recuerdo y la casa fue utilizada por la familia para otros fines. Sin embargo, el sueño nunca murió completamente y 20 años más tarde, J. Rodrigo, que había oído tantas buenas historias sobre el lugar donde nació, así como de la Posada del Abuelito, decidió irse de los Estados Unidos y regresar a sus raíces en México. A su regreso, se le ocurrió la idea de reabrir la Posada. Tuvo que intentar varias veces para llevar a cabo este proyecto. En 2004 la Posada estuvo abierta durante 10 meses. Las habitaciones se rentaban por mes y los huéspedes empezaron poco a poco a llegar. Pero la casa necesitaba reparaciones mayores y mucho cariño. Le tomó unos cuantos años más para juntar el dinero y hacer el trabajo requerido. Por fin, en el 2009, a través de un esfuerzo sostenido y con la ayuda de su esposa Hileana García, la Posada del Abuelito inició el proceso de remodelación y poco a poco fue recuperando su esplendor inicial.
Más tarde, a finales del 2012, cuando Rodrigo e Hileana adquirieron una parte adyacente de la propiedad que se había subdividido en los años 60, esta casa colonial fue restaurada a su tamaño original. Hoy en día, la Posada del Abuelito, en varias generaciones, se ha convertido en un lugar que refleja el orgullo de una familia que desea compartir su singularidad con los viajeros que quieren hospedarse en un lugar especial y conocer a gente interesante. Regularmente, Rodrigo e Hileana siguen buscando formas de mejorar las instalaciones y la estancia de sus huéspedes. Pero es la dedicación del equipo y de los encargados, que están constantemente prestando atención a los detalles, que realmente merecen una mención especial ya que se ha demostrado que es un factor clave para tener clientes satisfechos.
Les agradecemos por su visita y esperamos que tengan una agradable estancia en la Posada del Abuelito y una maravillosa experiencia visitando San Cristóbal de Las Casas y Chiapas.
Nuestro Equipo
Nily
Aquí desde los los inicios de la Posada. Conocida como la «Mama del Abuelito», siempre cuida a los huéspedes, dando incluso remedios naturales si llegan a enfermarse. Ella hace todo, desde los desayunos hasta la limpieza, preparando también nuestra famosa mermelada.
Armando
Fundador de la Posada del Abuelito y padre de Rodrigo. Un experto sobre Chiapas. De vez en cuando regresa como invitado después de haberse quedado aquí hace 30 años!
Hileana y Rodrigo
Dueños actuales de la Posada del Abuelito. Rodrigo e Hileana nacieron en San Cristóbal. Son padres de Sofia, Gael y Elisa María, futuros dueños de la Posada del Abuelito. Les encanta explorar Chiapas y compartir su casa familiar con huéspedes para que disfruten también de la región.